MI PERÚ

LE ESCRIBÍ 2 CARTAS Y TUVO LA SINVERGÜENCERÍA DE NO CONTESTARLAS

Peru's First Lady Nadine Heredia stands next to her husband President Ollanta Humala before a swearing-in ceremony at the government palace in Lima July 23, 2012. Humala named human rights lawyer Juan Jimenez prime minister on Monday as the Peruvian leader shuffled his cabinet to calm a wave of violent anti-mining protests. REUTERS/Enrique Castro-Mendivil (PERU - Tags: POLITICS)

Por:. Germán Luna Segura

La verdad es que nunca he visto tanta tozudez y tanta falta de sentido de la realidad entre gobernantes, funcionarios  y activistas de un régimen que como el de Ollanta Humala y Nadine Heredia. Empezó con tan buen auspicio electoral y va terminando, literalmente, haciendo agua por todos lados.
Si bien no es extraño que a estas alturas una especie de callejón oscuro represente a cabalidad la ruta de salida del humalismo al concluir su período gubernamental, queda claro por otro lado  que no hay argumento que justifique el freno de la economía, sus consecuencias sociales y políticas, el incumplimiento de las ofertas electorales  y menos,  ese animus de confrontación con casi todas y cada una de las colectividades y grupos de ciudadanos que a estas alturas solo piden que se cumpla la  palabra empeñada.
La verdad es que los gobiernos que he conocido, han pugnado siempre por salir de alguna manera en “olor de multitud” y, aunque eso a veces no se ha logrado, insisten en generar un nivel mínimo de legitimidad para garantizar el respeto a su gestión y naturalmente, su palabra.
Inexplicablemente, esto no sucede ahora y no sé si es la falta de pericia o incapacidad manifiesta, pero lo cierto es que no se puede responder las legítimas pretensiones de la gente (a la que además le ofreciste cosas) a balazo limpio y menos, ensayando cada excusa más irrepetible que la otra, menos, tratando de justificar o cubrir  las exquisiteces grotescas de una cónyuge embelesada por el glamour, el poder y el dinero.
Si tuviéramos que graficar el increíble drama tragi-cómico de estos días, tendríamos que empezar haciendo más evidente de lo que es, la absoluta falta de ideas, principios y partido a la que se suma, el entusiasmo torpe de esa sarta de hinchas que llevan de la nariz a la dupla Humala-Heredia hacia planos políticos impensados, como el de los latrocinios más inverosímiles (léase el de la compra de pañales o productos en no muy buen estado de conservación para alimentación infantil), que han terminado envolviendo la moral del gobierno y a sus compatriotas que a estas alturas, nadan desesperados lanzados al mar del sálvense quien puede.

Pero si las amenazas de cerrar el congreso, alterar el orden constitucional y lograr la reelección de la pareja presidencial fueron “el argumento central y vital” de los bravucones humalistas de los más cercanos a palacio, como podrán ocultar su responsabilidad por la reacción juvenil contra la llamada “Ley Pulpin”, y lo que ahora produjo “observar” la Ley que exonera permanentemente los descuentos en las gratificaciones  -que obtuvo casi una votación unánime en su aprobación congresal-, y que es la gota que derrama el agua del vaso y empuja al presidente y su esposa a la defensa de despropósitos que terminan enmendándole la plana al mismísimo presidente, que sin mayoría y ninguneado,  le toca aceptar y cumplir la Ley que observó y que será promulgada de todas formas por la Presidenta de Congreso. Mal negocio.
A estas alturas, con un  país a la deriva, con un pueblo movilizado, con denuncias que cubren con un manto de impunidad  la administración de la cosa pública, ya nada pareciera ser fácil de manejar para el gobierno, menos, si es esa la manera elegida por el gobierno para empezar una campaña electoral que encuentra además a Daniel Urresti, su más  preciada carta para competir en las próximas elecciones presidenciales, acusado nada menos que por asesinato.
Un humalismo desprestigiado y colocado contra las cuerdas de la democracia, enfrentará en los próximos meses su  Knock Out  técnico y el cronómetro encendido que registra los descuentos para iniciar la exigencia legal y popular de rendir cuentas pendientes y lograr sanciones ejemplares para los corruptos. Agarren esa flor.

Hinchas en el ocaso humalista

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